Y vivieron felices

El desenlace

Happy end

Llegamos al desenlace de esta historia, que tiene un final feliz.

Pero podríamos preguntarnos,… ¿todavía quedan novelas con final feliz? Pues sí, y Una temporada para silbar es el ejemplo.

 

Aquella noche de mayo de 1910 fue recordada por la familia Milliron no sólo por lo que disfrutaron en la fiesta musical que habían organizado para celebrar la llegada del cometa Halley, sino por otra noticia que iba a cambiar sus vidas para siempre.

-Veníos los dos conmigo hoy ¿vale? –nos dijo papá de repente el sábado por la mañana-. Tengo que subir al Dique Grande a cobrar […]

Paul se pregunta qué le pasa a su padre que sonríe radiante de manera habitual, cuando “por lo general, sólo la lluvia pone contento a un agricultor de secano, pero últimamente el humor de papá se había adelantado al buen tiempo. Yo ya no sabía qué pensar. Por las mañanas, aparecía por la cocina antes de que Rose y yo dejáramos de susurrar para tomarnos el cacao. Y eso no era nada. Pasaba el día con una expresión soñadora en el rostro, como si la vida hubiera vuelto a comenzar”.

Cuando Oliver sale de la gran tienda “con pinta de traer buen dinero en los bolsillos” invita a sus dos hijos mayores a una carrera a caballo hasta la entrada del cementerio donde, junto a la lápida de su fallecida esposa -en el lugar más difícil de todos- les revela el motivo de su felicidad.

“No he podido evitarlo. He hecho todo lo que he podido, pero he acabado enamorándome de Rose. Tal vez fue por todo ese tiempo que se quedó en casa mientras Toby estuvo en cama. O tal vez es que soy lento y no me di cuenta, pero ya no hay caso. Estoy perdidamente enamorado de ella, como un… -se detuvo casi demasiado tarde, antes de decir “escolar”-… como un potrillo”.

Dicen que el roce hace el cariño y seguramente esto es lo que ocurrió entre Rose y Oliver. Así es el amor.

Ivan Doig tomando notas

Ivan Doig tomando notas

Aquel día de mayo de 1910, Ivan Doig puso en los labios de Rose el silbido de When I see that evening star. Desde ese día, su silbido se oiría más a menudo.

Cuando veo esa estrella vespertina,  

Entonces sé que he llegado lejos,  

A través del día, a través de toda la situación,  

Al reloj de la noche.

Descubrimos que esta letra es invención de Doig: “Tal vez no se ha reconocido en general, pero una forma en la que me he entregado abiertamente -dice Doig- es escribiendo las canciones y poemas que aparecen en mi ficción”. (Entrevista a Ivan Doig en el One Read Blog, coordinado por The Daniel Boone Regional Library (DBRL)

También el destino de las escuelas unitarias tendrá su final feliz, al menos mientras Paul Milliron siga siendo inspector de primaria y gracias a la redacción de una fórmula, podríamos decir “abierta”,

una frase que pueda leerse en más de un sentido, […] algo de faramalla burocrática que disimule su sentido profundo […] cuando, de hecho, estaré asignándome la capacidad de decisión sobre si las escuelas unitarias pueden seguir existiendo. En adelante serán mis escuelas.

Acaba el mes y con él esta lectura amable que habla de familia, amistad, educación, enseñanza, amor. Esperamos que os haya gustado.

Breve apunte sobre literatura norteamericana

 Como apunta Adolfo Torrecilla: “La calidad de sus obras explica por qué la literatura norteamericana sigue siendo un referente literario de primera magnitud. […] En el panorama literario español resulta normal que los grandes narradores norteamericanos de las últimas décadas, vivos o ya fallecidos, tengan una habitual presencia en las librerías, lo que es una suerte para el mundo editorial español, rico y variado en traducciones de todo tipo de lenguas. Podemos citar a algunos como Richard Ford, Cormac McCarthy, Paul Auster, Philiph Roth, Tobías Wolff, Don DeLillo, Gay Talese, Tom Wolfe, Raymond Carver, William Faulkner, Bernard Malamud, Isaac Bashevis Singer, Saul Bellow… Como se puede apreciar, la presencia de la literatura norteamericana es numerosa en calidad y en cantidad.»

Y como despedida, dejamos en el aire estas últimas preguntas para el diálogo:

 – Rose y Morrie parece que nos han engañado desde el principio, pues no son quienes dicen ser ¿Piensas que puede ocultarse el pasado permanentemente o, antes o después, aflora en el presente? ¿Te parece que el pasado marca el futuro?

– ¿Qué opinión te merece la literatura norteamericana? ¿Has leído a alguno de estos autores? ¿Cuál te gusta más? ¿Con quién compararías a Ivan Doig?

Esperamos tus comentarios.

La noche del cometa

Fascinación, miedo y leyenda

Los cometas han llamado poderosamente la atención de los seres humanos en las diferentes culturas. La aparición repentina de un cometa era frecuentemente relacionada con grandes males, desastres y augurios de calamidades.

Paso del cometa Halley 1910

Paso del cometa Halley 1910

Aquél 1910, el paso del cometa Halley por nuestra órbita terrestre vino acompañado por un cúmulo de desinformaciones, histeria colectiva y anuncios del fin del mundo. La creencia de que el cometa portaba en su cola un gas venenoso (cianógeno) abrió un debate acerca de las consecuencias de un hipotético paso de la Tierra por la cola del cometa y su contacto altamente tóxico con las personas.

La prensa hizo eco de estas noticias y se desató el pánico entre una parte importante de la población, llegando en algunos casos a producirse suicidios colectivos generados por la histeria.

Pero no todo fueron augurios trágicos sino todo lo contrario, “las explicaciones de los diferentes expertos sobre el tema también se reflejaron en la prensa nacional e internacional, proporcionando a la astronomía una notoriedad -en parte buscada- que trataría de ser aprovechada por científicos y divulgadores”. (Revista Dynamis vol.33, n.1  Granada-2013: El cometa de Halley y la imagen pública de la astronomía en la prensa diaria española de principios del siglo XX).

Cometa Halley 26-05-1910

Cometa Halley 26-05-1910 (Archivo OAC, Museo Astronómico)

En ese sentido, la visita del cometa Halley en 1910 se convirtió en una oportunidad para reclamar apoyo oficial y social, y reconocimiento hacia una disciplina como la astronomía contribuyendo a su desarrollo durante esas décadas.

Hoy, 107 años más tarde, todos estos acontecimientos nos parecen remotos y desprovistos de su halo trágico y misterioso pero su aparición sigue estando en el recuerdo. La última vez que se vio al cometa fue en marzo de 1986. TVE nos lo trajo a la memoria el pasado 5 de abril en la serie televisiva “Cuéntame cómo pasó”.

Su próxima aparición será en 2061. Mientras llega, disfrutaremos con la lluvia de estrellas que dos veces al año nos deja el cometa.

También la vida tranquila de Marías Coulee se ve marcada por el cometa Halley. Todos los habitantes esperan con expectación su llegada. Algunos, como Brose Turley, el cazador de lobos, asustados por los signos de la sequía y el presagio de un mal año.

 Pasión por la ciencia

No temáis jóvenes estudiosos –dice Morrie a los alumnos-. Un cometa orbital solamente predice su propia llegada, y no el fin del mundo. Hasta donde sabemos, el cometa Halley ha venido y ha vuelto a irse en más de veinte ocasiones, y el mundo sigue aquí.

Planetario

Planetario

El profesor Morrie aprovecha la emoción de los estudiantes por la llegada de este acontecimiento para ilustrar a sus alumnos sobre las ciencias celestes, asombrándoles con la construcción de un planetario, explicándoles el funcionamiento de un pluviómetro para medir la lluvia e ilustrándoles con una manzana sobre la teoría de la gravedad.

Ojalá pudiera embotellar esa pasión que Morris Morgan ponía en sus clases de astronomía y entregar una botella a cada uno de los maestros bajo mi jurisdicción, recuerda Paul ya adulto.

En medio de esta emoción por los descubrimientos reciben la noticia de la visita del superintendente escolar, en una fecha todavía por definir, que debía inspeccionar si la escuela tenía el nivel requerido pues, de lo contrario, podrían dar orden de cerrarla.

Deciden entonces organizar la Noche del Cometa, una fiesta musical para celebrar su llegada, deseando que la aparición del cometa coincidiese con esa visita del inspector y demostrar así la competencia de la escuela y su influencia beneficiosa para todos los habitantes del pueblo.

Una de las canciones que los niños interpretaron en esa fiesta fue Follow the drinking gourd. Si quieres, puedes escuchar una versión cantada por Richie Havens.

Y conocer la letra: según el folclore americano, esta canción era un mapa «musical» que llevó a los esclavos fugitivos al norte, a la libertad.

Personajes

Queremos dedicar un breve repaso a este abanico de inolvidables personajes que nos trae Una temporada para silbar:

Oliver Milliron: viudo, padre, colono, hombre tranquilo, trabajador nato, admirado por sus hijos y respetado por los vecinos,  preocupado por el cuidado de su familia y por la educación de todos los niños de Marias Coulee.

Paul: hijo mayor (13 años), protagonista y narrador de esta historia, estudioso, aplicado, amante del latín, del diccionario y de las novelas (llegará a ser inspector escolar de primaria), arrastrado cada noche fuera de la cama para huir de las pesadillas que lo acosaban.

Damon: hijo mediano, buscador de broncas, imaginativo, inventor de juegos, coleccionista de insectos y de cromos de deportistas, sobre todo de boxeadores.

Toby: el pequeño, con sus grandes ojos de niño de las praderas, “parloteador”,  incapaz  -como niño inocente todavía- de guardar un secreto, observador impaciente de las cuitas de sus hermanos en las que desea intervenir, siempre acompañado de su perro Houdini y ojito derecho de la tía Eunice.

Rae (prima de su madre) y su esposo George: acogedores, que todos los domingos invitaban a cenar a la familia Milliron, convencidos de que esa iba a ser la única comida completa de la semana y les atiborraban de boniato, pollo frito y puré de patatas con salsa hasta que se caían de la silla.

La tía Eunice: casi centenaria, negativa, quejumbrosa, con su vestido victoriano de color lavanda y la aguja de ganchillo tejiendo el enésimo tapetito para Rae […] había derrotado en innumerables ocasiones al paso del tiempo. Hasta entonces, el siglo XX no le había hecho ningún efecto, aparte de hacerla parecer un viejo daguerrotipo.

Rose Lewellyn: de porte elegante, delicada, bien vestida, se traslada de Minneápolis hasta Marias Coulee (Montana) contratada por los Milliron para trabajar como ama de llaves y poner un poco de orden en la casa, no cocina, silba mientras quita el polvo y ordena, todo lo contrario de lo que se espera en un pueblo agrícola y ganadero.

Morris Lewellyn: hermano de Rose, de aspecto pulcro, como si fuera un hombre de negocios o un aristócrata, aparece de improviso acompañando a su hermana y se instala en la casa de George y Rae, metiéndose poco a poco en la vida de los Milliron, hasta llegar a ser nombrado maestro del pueblo.

Los dos, Rose y Morrie, guardan un secreto que les hace interesantes y misteriosos hasta el final de la novela.

Eddie y su padre BroseTurley, inculto y embrutecido por la dureza de su trabajo como cazador de lobos para vender sus pieles. No entiende que su hijo esté “perdiendo el tiempo” en la escuela cuando ya tiene edad para trabajar.

Para comentar

Con ese elenco de personajes terminamos el post y te dejamos estas cuestiones para comentar

  • ¿Qué personaje/s de la novela te atrae/n más?
  • ¿Encuentras creíbles los caracteres de estos personajes, en su mayoría buenos y honestos?
  • ¿Cómo influye la llegada del cometa Halley en los habitantes del pueblo?
  • Compara la emoción de los estudiantes por la llegada del cometa y el miedo irracional de los adultos.

Agradecemos tu aportación al debate

Pequeñas arcas del saber

Octubre de 1957. Marias Coulee, Montana (EE.UU.)

Paul Millirion visita la escuela rural donde se educó, donde adquirió su pasión por las letras y los libros. Tiene ahora 48 años y es veterano en el cargo de Inspector de Educación Primaria. Consiguió que casi todas las escuelas de Montana sobrevivieran a la Gran Depresión, defendiéndolas con uñas y dientes pese a que todo estaba racionado y cada día la guerra se llevaba a un maestro.

Ahora, han elegido a mi Departamento, a mí, para que les comunique a los maestros y a las juntas escolares de todas las escuelas unitarias del estado que, en la era del Sputnik, tendrán que dejar de existir. Paul se resiste ante esa dura misión de cerrar para siempre todas esas pequeñas arcas del saber, como la que me vio crecer en las praderas.

Se refiere a una de aquellas escuelas unitarias, modestísimas,  en las que convivían en la misma aula todos los alumnos de una localidad y sus alrededores, desde el primer año de infantil hasta el último de primaria, a los que el maestro debía proporcionar las bases del conocimiento elemental, ajustando sus enseñanzas al diverso grupo de estudiantes, despertando su interés y siendo generalmente su única referencia intelectual y el encargado de abrirles los ojos a la historia, a la cultura y al mundo más allá de sus praderas y montañas.
Paul sabe que con las escuelas unitarias desaparecerá también todo un mundo, toda una organización social, ya que hay un importante vínculo entre la escuela, la gente y el entorno, generado por diferentes actividades (celebraciones, reuniones, homenajes, charlas, etc.) en las que la escuela se interacciona con los vecinos y aporta gran vitalidad a sus vecindarios.

Este descubrimiento íntimo es el que describe el protagonista en la pág 123:

[…] era como si la escuela de Marias Coulee fuera el eje de cuanto abarca la mirada […] Me fijé por primera vez en esas marcas que veía a diario: entre la hierba los surcos se dispersaban hacia cada hogar donde había un niño, y convergían todos justo en aquel punto del patio donde me hallaba inusitadamente solo […] Pasarán más de mil años antes de que me olvide de ese sentimiento. La certeza que tuve en ese instante de que aquella escuela era el centro de nuestras vidas: su poder se extendía más allá de los alumnos […]

Ivan con sus padres Berneta y Charlie

Ivan con sus padres Berneta y Charlie

“En la generación de mis padres – cuenta Ivan Doig – las escuelas de una sola sala eran los pivotes de la vida profesional y social; Mi madre y mi padre se conocieron en un baile de la escuela. Tuvieron que hacer trabajos extraordinarios para que yo fuera a la escuela».

Para los habitantes de Marias Coulee es tan importante la escuela que la junta escolar decide contratar a Morrie, el hermano de Rouse, para ocupar el puesto de maestro vacante desde que la anterior maestra se fugara con un predicador.

Morrie, un dandi sabelotodo que se ve obligado a aceptar el puesto, resulta ser una persona de enorme capacidad, amplísima cultura e inesperadas dotes docentes.

Ya desde la primera clase, sus peculiares métodos de enseñanza abrirán a los alumnos todo un mundo de conocimiento, sobre todo para el joven Paul, que no tardará en destacar en la escuela. Él mismo nos cuenta la expectación que hubo en ese primer día de clase:

Me revolví en el asiento mientras la mirada colectiva del aula permanecía en el personaje que estaba al frente de la habitación. Por mi experiencia en ambos frentes del aula, sé que en esa mirada hay duda, asombro, emoción, esperanza, algo de temor y algo que se acerca a la adoración: esos son todos los ingredientes de ese primer encuentro entre el maestro y aquellos cuyo destino es sentarse y aprender.

Sin lugar a dudas Una temporada para silbar es un homenaje a la entrega de muchos maestros de escuelas rurales, como Morrie, quienes en las más precarias condiciones supieron educar humana y científicamente a tantos cientos de alumnos.

Si deseas conocer más sobre este tema, te dejamos un artículo publicado en la Revista científica «Profesorado», publicada por la Universidad de Granada: «La escuela rural en la sociedad globalizada: nuevos caminos para una realidad silenciada«, donde sus autoras reflexionan sobre las bases de su superviviencia y sugieren algunas propuestas de mejora.

Y también te recomendamos que leas La emoción de educar, una recopilación de artículos que recogen reflexiones y vivencias entorno a la educación.

Algunas cuestiones para comentar

• En el anterior post apuntábamos como tema de debate la despoblación rural ¿Te parece a ti que la escuela puede ser una herramienta contra esa despoblación?

• ¿Qué piensas de la educación que reciben los hijos en Marias Coulee?  ¿Cómo difiere de la educación de los niños hoy en día?

• ¿Qué hace que Morrie sea un buen maestro?  Piensa en los grandes maestros que hayas tenido y qué cualidades compartieron con Morrie.

• En la actualidad están surgiendo alternativas educativas, como la Teoría de las Inteligencias Múltiples, el método Montessori o las llamadas escuelas Waldorf. ¿Cómo ves estos métodos de enseñanza alternativa?

El debate está servido. Y tú ¿qué dices?

En un lugar del Oeste llamado Marías Coulee

Vida cotidiana, naturaleza

Rancho y Montañas Rocosas

Rancho y Montañas Rocosas

Los Milliron viven en una de estas minúsculas aldeas de Montana, Marias Coulee, en plena naturaleza, donde sus habitantes se entregan cada día al duro trabajo de roturar la tierra y al cuidado de los animales de granja. Colonos que viven dentro del respeto de unos por otros, que se apoyan en la ayuda mutua y que creen en la necesidad de la educación para los niños. Niños cuyos días transcurren llenos de anécdotas como tener que caminar algunos kilómetros para ir a la escuela, o ir a caballo; colaborar en las tareas domésticas y, en el caso de nuestros protagonistas, vivir sin madre, algo que te hace diferente y se convierte en un escudo de lástima que te protege contra las chanzas y peleas del colegio.

La expectación por la llegada del ama de llaves, la impaciencia de los niños por contar a sus compañeros las novedades, sin medir el alcance de las consecuencias: burlas, bromas, malentendidos, peleas… crean situaciones simpáticas y momentos de humor que nos hacen sonreír y nos acercan a ese mundo de las relaciones infantiles, el lenguaje y la divertida sabiduría de los niños, su tenacidad, la fuerza de la amistad, el drama de la traición y de los chantajes… esa energía mágica que nos permite luchar contra los monstruos…

Una mirada hacia atrás

La historia de esta familia protagonista se desarrolla a principios del siglo XX en el estado de Montana (Estados Unidos) cuando todavía era un territorio desconocido compuesto de tierras semiáridas, praderas, algunas llanuras y montañas boscosas (Montañas Rocosas).

Con el fin de repoblar esos territorios recientemente anexionados al país, el Gobierno federal estadounidense aprobó la Ley de Recuperación de Tierras de 1902, también conocida como Ley de Reclamación, e hizo posible el uso de fondos federales para la construcción de sistemas de riego a gran escala.

El suministro de riego era considerado el principal instrumento para facilitar la colonización y promover la agricultura en el oeste árido. Sus metas generales eran facilitar el asentamiento de la mayor cantidad posible de colonos en el oeste de ese país, proporcionar financiamiento subsidiado y sin intereses a los proyectos de riego y promover la propiedad agrícola familiar como estilo de vida rural. La Oficina de Recuperación también fue concebida como una agencia de construcción y desarrollo con un ambicioso programa de diseño y construcción de grandes presas, proyectos para cuencas fluviales así como sistemas de riego. Un año después de su formación se autorizaron cinco proyectos: Río Salado, Arizona; Milk River, Montana; Truckee-Carson (Newlands), Nevada; Sweetwater (North Platte), Nebraska y Gunnison (Uncompahgre), Colorado. Otros seis fueron aprobados en 1904 y nueve más en 1905; a finales de 1907 había 24 proyectos autorizados, al menos uno en cada uno de los 16 estados que abarcaba la Ley de Reclamación. (Fernando Saúl Alanís Enciso. Historia Mexicana, vol. LXIV, núm. 4, abril-junio, 2015, pp. 1667-1728)

Caravana de colonos

Caravana de colonos

La posibilidad de obtener tierras gratuitas atrajo a muchos colonos que abandonaban lo poco que tenían y partían hacia el oeste en busca de una vida mejor. Empezar de cero suponía un trabajo duro: construir su propia vivienda, roturar la tierra árida, soportar la dureza de un clima inestable, con temperaturas extremas y el silbido constante del fuerte viento del oeste. Poco a poco fueron formándose pequeñas poblaciones rurales que reunían a una comunidad de colonos de la más variada procedencia.

Fue esa época de los colonos que hemos visto en las películas del oeste, también conocido como far west. La imagen del vaquero, el granjero y la expansión hacia el oeste se han convertido en un mito cultural en la literatura y el cine.

Años antes, entre 1859  y 1864, se descubrió oro en Colorado, Idaho y Montana, lo que provocó varias fiebres del oro y miles de buscadores de oro y mineros exploraron cada montaña y cañón para crear la primera gran industria de las Montañas Rocosas.

En nuestro catálogo puedes encontrar algunas películas que nos muestran cómo fue la colonización y la vida en el oeste.

  • Camino de Oregón (McLagen, 1967)
  • Río rojo (Howard Hawks, 1948)
  • El hombre que mató a Liberty Valance (John Ford, 1962)
  • La conquista del oeste (Henry Hathaway, George Marshall, John Ford, 1962)
  • Un horizonte muy lejano (Ron Howard, 1992)
  • La casa de la pradera (Cameron Bancroft, Erin Cottrell, 2005)

Retomamos la historia de nuestros protagonistas y vemos a Oliver, siempre mirando al cielo, estudiando el clima y poniendo la esperanza en la ansiada lluvia.

Además del trabajo en la granja, Oliver se dedicaba al acarreo de tierras en Dique Grande, un proyecto de construcción de una presa donde se remansará el agua que luego se esparcirá por las tierras llenándolas de fecundidad.

Desde su perspectiva de niño, Paul describe aquella construcción:

Supongo que todo ser humano ha quedado sin respiración delante del último artefacto llamado a revolucionar el mundo. […] Nunca olvidaré la visión de aquella colosal excavadora de vapor en medio de la pradera. Sin duda era lo más grande que había pasado por allí desde los días en que corrían los dinosaurios. El largo cuello de metal se divisaba desde kilómetros a la redonda, cavando el canal del Dique Grande. (pág. 80)

Ivan Doig en la presa de Fort Peck en 1994

Ivan Doig en la presa de Fort Peck en 1994

Para escribir esta novela y por su eterna preocupación por la tierra, Ivan Doig podría haber tomado la imagen de Fort Peck, un lugar realmente árido en la pradera de Montana  escogido para un proyecto de riego gigantesco, que dio lugar al lago artificial que lleva el mismo nombre.

Temas para debate

  • A simple vista, puede parecer que la novela es un retrato nostálgico y bucólico de un estilo de vida ya desaparecido en parte, pero lo cierto es que en la actualidad ansiamos dejar las grandes, ruidosas y estresantes ciudades y buscamos la calma y el sosiego de las zonas rurales, incluso, añoramos el cuidado de la tierra, el cultivo del huerto.
  • Rose y Morrie cambiaron su acomodada vida en la gran Minneapolis para trabajar en una granja de una minúscula aldea, en medio de la llanura.
  • Ahora que está de moda esa frase «me vuelvo al pueblo» y pensando también en que contamos con medios técnicos a nuestro alcance, tantas comodidades y más facilidad de comunicación a través de Internet  ¿volverías al pueblo a vivir, a trabajar?  ¿Tienes tú experiencia de vivir en un pueblo?
  • ¿Qué opinas sobre la despoblación rural en España? Puedes escuchar un análisis de la situación emitido el domingo 30 abril 2017 en el programa de TVE Futuro Abierto.

También puedes encontrar en nuestras bibliotecas el libro La España vacía: viaje por un país que nunca fue, de Sergio del Molino.

Esperamos tus comentarios.