De bestias y aves. Los símbolos

Para nuestra última entrada queríamos haceros reflexionar sobre el simbolismo que empapa toda la obra. Y, para ello, ¡quién mejor que la propia Pilar Adón! Le hemos pedido que nos cuente sobre algunos de estos símbolos y dualismos y esto es lo que nos ha dicho:

Pilar Adón. De bestias y aves: los símbolos

Muchas gracias, Pilar, por acompañarnos en esta última sesión.

Esperamos que os haya interesado esta lectura y haya despertado interrogantes. Muchas gracias por leer.

De bestias y aves. Los personajes

En esta tercera sesión analizaremos los personajes que habitan los espacios sobre los que hablamos en la sesión anterior. Esos espacios que son, en sí mismos, también protagonistas de la historia y que enmarcan las acciones de este grupo de mujeres que encontramos en las páginas de “De bestias y aves”.

“Los personajes que me interesan son muy vulnerables y esa vulnerabilidad le viene de sus propias circunstancias físicas pero, sobre todo, funcionales”

La protagonista de esta historia es Coro, una pintora detallista y minuciosa que traslada al lienzo miniaturas de naturaleza. Aunque también ha hecho retratos, de su hermana; esos que lleva en el maletero del coche. De esa hermana que ella lleva en su propio «maletero», como una carga. Dice Pilar en una entrevista que Coro se había vuelto obsesiva y controladora y quería salvarla de esa situación, quería que dejara esa forma de vida. Y por ello Coro deja su casa, su móvil, y conduce hasta que se queda sin gasolina, enfrentándose a una situación completamente nueva de inquietud, de incertidumbre, de miedo.

Estas sensaciones son las que quiere la autora que experimente el lector y, por ello, el narrador no aporta información sobre Betania ni las mujeres que la habitan: Tresa, Catina, Gloria, las gemelas Rebeca y Magdalena, la pequeña Adelaida y la anciana Missa Tita cocinan, pasean, cuidan la casa y se cuidan entre ellas pero desconocemos la naturaleza de su relación. Solo sabemos que la atmósfera es inquietante, que la protagonista quiere huir (huir de nuevo, huir siempre), aunque algo la mantiene unida a la casa. Algo que ella no sabe pero las demás mujeres parecen conocer. Una comunidad de mujeres que visten de la misma manera (¿secta?) y que practican ritos ancestrales, que están ligadas cada una a un perro, que conocen brebajes…

«Estaban delgadas y parecían ágiles. Llevaban el pelo recogido y la misma ropa, con unas botas idénticas. La misma tela para un par de vestidos igualmente deshilachados e igualemnte arrugados»

Como es habitual en las obras de Pilar Adón, los personajes son fundamentalmente femeninos. Los pocos hombres que aparecen en sus obras suelen ir marcados por el estigma de la amenaza. Aquí también es así y el hombre, Tobías Mos, quiere echarlas de la casa argumentando que la propiedad es suya.

«El hombre que se había presentado allí para declarar que aquello era suyo. Que podía lanzar piedras contra las ventanas de una casa que decía haber construído él solo, con sus propias manos. Prender fuego a las habitaciones con ellas dentro.»

Una amenaza para la comunidad, pero parece que una tabla de salvación para Coro que ve en él la manera de escapar. Sin embargo… la tragedia irrumpe con su presencia.

Para que escuchéis a Pilar Adón hablando de su obra, os dejamos el enlace a la entrevista que Carolina Alba le ha hecho para el programa de RTVE «La estación azul», desde el minuto 2:40 hasta el 27:00

De bestias y aves. El espacio

“El señor Leopold Bloom comía con deleite los órganos interiores de bestias y aves…” Así inicia James Joyce el “Ulises”, mostrando a su personaje principal en la cotidianidad, en una realidad que puede ser la de cualquier lector. Y así también nos adentramos en el universo de Pilar Adón, un mundo de realidades  que conocemos pero al que otorga un halo de misterio y sombra que nos sitúa en un espacio y un tiempo irreal.

“De bestias y aves” nos reafirma en la idea de que la obra de Pilar Adón es un continuo donde la naturaleza y la casa son trama y urdimbre de sus historias. Esa naturaleza que, ya sea tanto acogedora como inquietante,  se presenta sin edulcorar, en la aceptación de sus leyes y su presencia/esencia. Y esa casa/refugio donde se convive bajo unas normas que otorgan seguridad y rigen la cotidianidad. “Las hijas de Sara”, «Eterno amor» o “Las efímeras” serían, por tanto, puntos de partida para este último libro de Adón.

“El planeta palpitaba y ella palpitaba. Todo era temporal y, no obstante, la suma de las transitoriedades hacía que la vida se mantuviera continua. Casi eterna. La vida como energía. La vida como esencia.”

Nos encontramos en Betania, una casa aislada rodeada de una finca, rodeada a su vez de naturaleza. Una casa en la que viven en comunidad un grupo de mujeres (y esto también es una constante en su obra), acompañadas por los perros y las cabras. Los insectos. Muchos. Y “…los aleteos de las aves que chillan en el cielo mientras se dirigen a los árboles más elevados de la roca o regresan de allí en su necesidad de desplazarse”. Sabemos que es verano y que la historia se desarrolla en un momento actual porque la protagonista echa en falta su teléfono móvil. Sin embargo, Betania es intemporal en su encierro. Solo se rige por el paso de las estaciones. Sin contacto con el exterior. 

«…planteándose la posibilidad de irse con ellas y avanzar entre los manzanos, los ciruelos y las hierbas secas. Reconociendo los códigos de la naturaleza. Los insectos y la hiedra.»

Conocemos Betania a través de los sentidos de la protagonista: los sonidos, los olores, los colores nos trasladan a este espacio no-espacio. Podemos oler el café recién hecho del desayuno, los excrementos de los animales, escuchar las moscas, sentir la humedad, los rasguños en las piernas que no cubre la falda, las variaciones de la luz, las texturas de los troncos… La sensibilidad de Coro, habituada a fijarse en los detalles para pintarlos, es nuestra guía sensorial por las páginas del libro.

“Su mirada. Su agilidad al correr entre los zumbidos de las avispas. Bajo la luz del atardecer. Hablando de los hermosos animales del llano. De las aves y su poco peso. De los mamíferos y sus privilegios. Las bestias diminutas. La gracia de sus elevaciones y descensos entre las zarzas. Junto a los árboles. Las espirales de una mariposa”

Naturaleza y casa-comunidad le sirven a Pilar Adón para adentrarnos en el tema de la soledad y la necesidad de pertenencia, en la imposibilidad de la comunicación, la culpa y el miedo. Temas universales que, sin duda, con la pandemia estuvieron muy presentes y que, aunque ya pertenecían al imaginario de  la autora, toman corporeidad en esta obra escrita durante esos días de incertidumbre.

«De bestias y aves» de Pilar Adón

Pilar Adón nació en Madrid en 1971. Se licenció en Derecho por la Universidad Complutense, y más tarde se especializó en Legislación Medioambiental. Con 17 años ganó su primer premio literario en RNE-R3 con un relato breve. En 1995 empezó a publicar relatos en revistas literarias como La Hora Feliz, El Pájaro de Papel y Píntalo de Verde, de Mérida.

El libro que proponemos como lectura para este mes es “De bestias y aves” publicado por Galaxia Gutemberg en 2022. Se trata de la última obra de Pilar Adón por la que ha recibido el Premio Cálamo Otra mirada, el Premio Francisco Umbral al Libro del año y el Premio de la Crítica, todo ello durante el 2023. No está nada mal.

La obra de Pilar Adón gira entorno a la novela, la poesía y la traducción. Dentro de la narrativa podemos destacar “Las efímeras” publicado en 2015 y “Las hijas de Sara” del 2003. También su obra se adentra en el relato, destacando el relato largo ilustrado “Eterno amor” del 2021 y los libros de relatos “La vida sumergida” del 2017, “El mes más cruel” del 2010 y “Viajes inocentes” del 2005 por el que obtuvo el Premio Ojo Crítico de Narrativa.

En lo que respecta a su obra poética, destacamos “Da dolor” del 2020, “Las órdenes” del 2018, “Mente animal” del 2014 y “La hija del cazador” del 2011.

Entre los autores que han sido traducidos al castellano por la autora, figuran  Penelope Fitzgerald, Barbara Baynton, John fowles y Edith Wharton, entre otros.

En las novelas de Pilar Adón, se palpa de forma significativa su faceta poética, creando un universo paralelo donde la naturaleza juega un papel fundamental. En su obra conviven lo real con lo irreal, lo físico con lo imaginado y lo visible con lo sentido. El fondo y la forma se funden para dar lugar a una obra muy personal. “De bestias y aves” es una obra muy íntima y enigmática que comienza con un punto y aparte de la protagonista. Esta inicia un viaje a ningún lugar cargada con una mochila repleta de recuerdos con la intención de resetear su vida y comenzar de nuevo.

Os invitamos a sumergiros en un universo único con esta lectura. Veremos si sois capaces de escapar de él.

Os dejamos este enlace con una entrevista muy interesante a la autora.

Pilar Adón | Escritora “El aprendizaje que entraña ver el mundo a través de un personaje que te repugna no tiene precio” (malagahoy.es)

Enlace a su página personal

pilaradon.com – Bienvenidos a la página oficial de la escritora Pilar Adón