Los temas de La uruguaya

A pesar de la brevedad de la novela, 142 páginas, y de que toda la acción transcurre en un solo día, se abordan muchos temas. La infidelidad que confiesa Pereyra a su mujer en esta especie de misiva, dispara dardos envenenados hacia ciertas convenciones sociales y en especial hacia la institución matrimonial, tema con el que arranca la historia y que se nos define como un monstruo bicéfalo. Lucas Pereyra repasa ese día en tono confesional describiendo su existencia minada por la frustración.

“Siempre me aterra esa cosa siamesa de las parejas: opinan lo mismo, comen lo mismo, se emborrachan a la par, como si compartieran el torrente sanguíneo (…) Mismo lugar, mismas rutinas, misma alimentación, vida sexual simultánea (…) ¿Qué monstruo bicéfalo se va creando así?”.

El amor como asunto principal aparece así desde distintos planos: la insatisfacción y la decadencia del mismo desde el matrimonio; y otro muy distinto, el amor renovado, ilusionado, desde la infidelidad, las expectativas ante una aventura con una joven, un amor platónico más que real.

Además de perseguir una fantasía, hay otra razón por la que el protagonista cruza La Plata, el dinero, en busca de plata no devaluada, reflejando ese momento de la economía argentina de restricciones ante la divisa extranjera (el cepo cambiario).

En cuanto a la paternidad, Lucas Pereyra hace una reflexión sobre este tema poniendo en evidencia las debilidades de la masculinidad que recuerda al noruego Karl Ove Knausgard quien reconoce que empujar el cochecito de su hijo anula las oportunidades de seducir a las mujeres con las que se cruza. Pereyra describe así el cansancio de ser padre:

“Vos sabés que lo adoro a mi hijo. Lo quiero más que a nadie en el mundo. Pero a veces me agota, no tanto él sino mi constante preocupación por él (…)  se me llenó la vida con un miedo (…) Es una nueva fragilidad, un lado vulnerable que no conocía”

Los escenarios de la novela lo conforman básicamente Buenos Aires y  Montevideo, cada una de estas ciudades representa un espacio emocional y vital. Buenos Aires es la ciudad de lo cotidiano, de los problemas económicos, las obligaciones de un matrimonio instalado en el cansancio, del desamor, todo es gris. Mientras que Montevideo es la ciudad de los colores, llena de canciones y de poesía, idealizada, allí está el amor, el deseo y esa idea del turista argentino de que todo es bueno: “Como en los sueños, en Montevideo las cosas me resultaban parecidas pero diferentes. Eran pero no eran.”

Sólo aparece otro lugar y es Valizas, donde comenzó el idilio, esa noche de fiesta y el paseo hasta Cabo Polonio, es el punto de partida para la seducción, de todo un año, de mails, fantasías e idealizaciones.

“Hay una visión desde un lado, porque el porteño tiene una imagen muy noble del uruguayo. Para nosotros es como el paisito bueno. Y cuando va allí baja la defensa”

Hay otros temas secundarios que también se abordan, como cuando ironiza sobre su experiencia vital en ese juego de autoficción

“La plata estaba en mi infancia, me rodeaba (…) El hijo sensible de la alta burguesía. Pero el precio de mi bohemia se empezaba a pagar ahora. Era a largo plazo”

O esa sátira implacable sobre la profesión de médico

“Nunca me cayeron bien los médicos hombres, con ese aire de grandulones con guardapolvo, escolares crónicos con gigantismo, los bravucones peludos de la clase, haciéndose los serios en la consulta, usando grandes palabras anatómicas, hipersexuados, libidinosos (…)

En definitiva una trama de amor, infidelidad y dinero, de hundimiento del protagonista (antihéroe), que utiliza saltos temporales dejando cuestiones pendientes para irlas desvelando más tarde a modo de novela de intriga, cuya crudeza y acidez se soportan gracias a su fuerte carga de humor.

Referencias de La uruguaya

«Lucas, mi personaje, llega a una Montevideo idealizada, ingenua, hecha de canciones de músicos uruguayos y poemas, hecha de prejuicios buenos del turista argentino…»

Pedro Mairal fue incluido entre los mejores escritores latinoamericanos de menos de 39 años por el jurado de Bogotá 39 (39 escritores de 17 países latinoamericanos), cuando la ciudad fue Capital Mundial del libro en 2007. Para estos narradores, que desarrollan su obra en pleno siglo XXI, las referencias no son sólo literarias, se encuentran también en las redes sociales, la imagen,  la televisión, el cine y la música

En La uruguaya encontramos muchas alusiones a páginas de Internet, vídeos de YouTube, canciones y también a la literatura. Iremos analizándolas y podrás acceder a ellas a través de los enlaces que las acompañan.

Música
Comencemos por las canciones que constituyen la banda sonora del romance de Lucas y Guerra. Para empezar se conocen en un campamento hippy donde se oían guitarras y se cantaba
“A redoblar, muchachos la esperanza” o una de Radiohead (pág. 21).

Su primer baile fue con: “Sobredosis de amor, sobredosis de pasión” (pág. 26).

Al caminar por las calles de Montevideo, el protagonista piensa que cualquiera de esos bares puede ser el que aparece en el vídeo de YouTube que Guerra le mandó por correo electrónico y que tantas veces ha visto, de Cabrera y el negro Rada, “Te abracé en la noche” (pág. 42).

https://www.youtube.com/watch?v=RlAqQ_MkIA8

De nuevo en la ciudad se encuentra con un edificio, el Palacio Salvo (pág. 63) que es la portada de un disco de Damon Albarn, cantante de Blur que ella le ha mandado en un link.

Incluso llegan a cantar juntos “Dulzura distante” (pág. 86) https://www.youtube.com/watch?v=YJgeA8hx8Ms  y ya lanzado a cantar Lucas intenta tocar en el ukelele “Zamba por vos” (pág. 108). https://www.youtube.com/watch?v=B3tWo10z-W4

Vídeos
En cuanto a las imágenes, Guerra le manda videos “como las migas de Hansel y Gretel” (pág. 42) de Tiranos temblad, una serie humorística, creada para Internet, resumen de vídeos subidos a YouTube desde Uruguay o que hacen referencia al país. Lucas se acaba aficionando a esos cortes de actualidad uruguaya y en la página 47 se alegra de entender el sentido del latiguillo “¡Que nada te detenga!” escuchado a unos chicos en la calle, que se repite en los vídeos cada poco y acaba formando parte del sociolecto montevideano. Le gusta el tono menor de esas experiencias que contrasta con la grandilocuencia de la frase del himno nacional de la que está sacado: “De este don sacrosanto la gloria /  merecimos. ¡Tiranos temblad!”.

Al final está tan enganchado a esta serie que sigue viéndola de vez en cuando por su cuenta y ahí se entera del casamiento triple de Guerra, César y Rocío (pág. 139)

https://www.youtube.com/user/TiranosTembladTV

Además aprovecha para hacer una crítica de la necesidad que tenemos los humanos de conectarnos a una pantalla continuamente, mientras espera en el cajero del banco y contempla la televisión donde pasan una entrevista al delantero de futbol Luis Suárez (pág. 51-54). Mairal ha dicho que no hay nada que no sea literario, “escritores como el uruguayo Eduardo Galeano se han abierto al mundo popular del futbol y lo han legitimado”.

Literatura
En cuanto a las referencias literarias de La uruguaya podemos comenzar por el nombre de la amada de Lucas: Magalí Guerra Zabala, aunque prefiere que le llamen Guerra, en la página 84 se da cuenta de que su nombre es muy parecido al de la protagonista de Rayuela de Cortázar, con quien además comparte la nacionalidad:

– ¿Qué, Magalí? Maga, la Maga sos. No lo había pensado, ¡y sos uruguaya, como la Maga!

En alguna entrevista Mairal ha reconocido que leía de joven los cuentos de Cortázar como el niño que desarma un juguete para ver cómo funciona, le fascinaban los trucos de la narrativa de Julio Cortázar.

De Borges, Mairal nos dice que es como un abuelo literario con el que se tiene mejor relación que con el padre porque no existe el conflicto. Borges es una inspiración y le ayudó a universalizar los temas. Lucas recurre a Borges para justificar la versión del robo que le da a su cónyuge (pág. 128), como en el cuento de “Emma Zunz” de Borges, son falsas las circunstancias pero ciertos los hechos. Además recuerda el poema de Borges sobre Montevideo en la página 66:

“Mi corazón resbala por la tarde como el cansancio por la piedad de un declive”

Que después corrigió por:

“Resbalo por tu tarde como el cansancio por la piedad de un declive”

El canon literario argentino se completa con “Martín Fierro”, su admiración por el poema gauchesco le lleva a parafrasear una estrofa en la página 113:

“En este punto el cantor / buscó un porrón pa’ consuelo, / le
echó un trago como un cielo / dando fin a lo que duele /
y de un golpe el ukelele / lo hizo astillas contra el suelo”

Lucas, como si fuera un payador actual ha cambiado algunos versos para acomodarlo a su situación:

“dando fin a su argumento 
y de un golpe al instrumento”

Tampoco olvida a Onetti, el escritor uruguayo más pesimista y uno de los más originales, el recuerdo de una escena de su primera novela El pozo le asalta a Lucas en una calle de Montevideo (pág. 104). La otra escritora uruguaya que cita varias veces es Juana de Ibarbourou, su cara se muestra en los billetes de mil pesos que Lucas ha cobrado.

Además encontramos en estas pocas páginas a Jorge Manrique (pág. 121):

“Todos lloramos. En lágrimas que van a dar a la mar, que es el morir, diría Manrique”

La raíz poética que persiste en Mairal, hace viajar a su personaje con una biografía de Rimbaud que acabará dejando en la habitación del hotel de Montevideo. La aventura termina con los dos volviendo a casa enfermos, pero esto hace que las desgracias cotidianas de Lucas Pereyra parezcan grotescas comparadas con las de Rimbaud. Para acabar, esa vuelta a casa también la compara con la travesía a pie desde Munich a París que cuenta Herzog, siempre “cayéndome hacia delante a cada paso”.

¿Has visto alguna otra referencia o alusión literaria distinta de las que aquí hemos comentado? ¿Has tenido la curiosidad de buscar en Internet los vídeos y canción a los que aparecen en la novela?

Entrevistas a Pedro Mairal sobre La uruguaya

“Cuando uno somete a su personaje al deseo se le aceleran las partículas narrativas, se vuelve volátil como explosivo”

Profundiza a través de la propia voz del autor en los secretos de La uruguaya. Conoce su opinión e interpretación.
¿Cómo se fraguó La uruguaya? ¿Se escribió o no de una tirada? ¿Cómo encontró y  se decidió la voz, el tono, el tiempo, la estructura…?

“A veces, la libertad de la ficción me agobia, me digo “¿qué cuento?”  y a veces la necesito

En https://elasombrario.com/pedro-mairal-tigre-juan-demasiado/
https://www.infobae.com/cultura/2016/07/17/pedro-mairal-cualquiera-que-esta-en-pareja-siente-de-golpe-una-asfixia-una-fantasia-de-aventura/

¿Qué tiene La uruguaya de autobiográfico, qué tiene Lucas Pereyra de Pedro Mairal, hasta dónde llega lo real y a dónde lo inventado?
En: http://revistaparaleer.com/blogs/entrevista-a-pedro-mairal-por-david-perez-vega/

Pedro Mairal abandonó la facultad de medicina, hecho que ocultó a su familia  tras una mentira por miedo a decepcionarles y fue una película El club de los poetas muertos lo que hizo que sus padres comprendieran cómo de importante y necesario para su propia cura era  escribir: “La literatura me salvó”

Entrevista en la televisión uruguaya con motivo de su presentación en Montevideo:

En la radio: https://www.youtube.com/watch?v=erqROmSMJ8g

Pedro Mairal y La uruguaya

Pedro Mairal  es un escritor argentino que nació en Buenos Aires en 1970. Comenzó a estudiar medicina para abandonarlo por la carrera de letras en la Universidad del Salvador. En 1997, coordina el taller literario en la facultad y trabaja como profesor adjunto de literatura inglesa. En 2011 condujo el programa de televisión sobre libros, Impreso en Argentina.
Para poder saber más de este autor podéis entrar en su página web: http://pedromairal.com/

Obra

Aunque P. Mairal se confiesa más cercano a la poesía, ha demostrado una gran capacidad para inventar historias caracterizadas por un leguaje ligero que atrapa. En ellas se  mezcla lo lírico con lo vulgar y cotidiano sin desentonar. Sus  historias, armadas con agudeza, son lineales y sus personajes están bien construidos psicológicamente, lo que  les hace muy reales y creíbles. Sus relatos poseen además gran fuerza visual, quizás eso explique que La uruguaya sea ya la segunda de sus obras llevadas al cine.

Una noche con Sabrina Love (1998), fue merecedora del Premio Clarín de Novela. Se trata de una novela de formación llevada  más tarde al cine por Alejandro Agresti y protagonizada por Tomás Fonzi y Cecilia Roth.

Bioy Casares, miembro del jurado del Clarín junto a Roa Bastos y Cabrera Infante, comentó: “comencé a leer tu novela y no me pude desprender de ella”.

El año del desierto (2005) participa de las cualidades de la novela fantástica. Aquí el tiempo retrocede desde comienzos del siglo XXI hasta el siglo XVI, justo antes de la llegada de los españoles. Aunque el argumento es radicalmente diferente de la anterior novela, ambas recurren al humor absurdo y sarcástico

Salvatierra (2008) cuenta la historia de un pintor mudo que a lo largo de su vida ha pintado cuatro kilómetros de rollos de tela, su hijo comienza a estudiar su obra y así los rollos pictóricos se convierten en las páginas que se leen.
Ha publicado además un volumen de cuentos, Hoy temprano; y dos libros de poesía, Tigre como los pájaros y Consumidor final.

La uruguaya se publica en 2016 y pronto se convierte en fenómeno editorial tanto en Argentina como en España. Narrada en primera persona a modo de confesión, relata la crisis existencial de Lucas Pereyra, un escritor frustrado en la cuarentena, que viaja de Buenos Aires a Montevideo para recoger un dinero transferido desde el extranjero y para reencontrarse con su obsesión, una hermosa joven llamada Guerra.

Su éxito radica en el tono de una narración plagada de ironía, humor, actualidad e intriga. En 2017 recibió el Premio Tigre Juan. Actualmente P. Mairal prepara el guion cinematográfico para llevarla a la pantalla.

Es una novela perfecta para disfrutar en verano. Esperamos que la lectura no os defraude.