Última semana de Agosto, octubre

Hemos llegado al final del libro y nos gustaría ofreceros más información sobre Andrés Barba, y su obra. A continuación os ponemos la opinión de Santos Sanz Villanueva sobre la obra del autor, el fragmento de una entrevista a Andrés Barba, un breve vídeo del autor hablando de su propia obra y otro en el que lee el inicio de la novela  Agosto, octubre:

Santos Sanz Villanueva nos comenta de la obra “No es que Barba no sepa escribir con mayor énfasis” (obsérvese, si no, “la áspera ternura de los sonidos de las dunas” o “un luto blanco, lóbrego de pura luz”), es que su meta está en comunicar de manera directa la experiencia decisiva de Tomás. En su aparente simplicidad se halla el acierto de esta novela en la que debe subrayarse el mérito de su originalidad: un sorprendente desarrollo anecdótico consigue reinventar un lugar común. “(https://www.elcultural.com/revista/letras/Agosto-octubre/27862 ) (consultado 23/11/2018)

Entrevista a Andrés Barba:

Agosto, octubre no es la primera vez que usas tu ficción como un espacio para explorar las transgresiones de la adolescencia. ¿Qué pasa con los años de adolescencia de una persona que siguen llamando tu atención como escritor?

Más que la adolescencia en sí misma, lo que más me interesa son los períodos de transición, las situaciones en las que un conjunto de circunstancias ha llegado a su fin: una historia de amor, una etapa de la vida, un trabajo, el tiempo que pasé viviendo en una casa particular, y el siguiente aún no ha comenzado. Creo que esos son los momentos en que quienes somos como personas, y la brecha entre esa persona y la persona que nos gustaría ser, es la más revelada: los momentos en que nuestros andamios interiores son inestables, y también los momentos en que se producen los mayores cambios. La adolescencia me interesa cuando se la ve bajo esa luz. En el caso de Agosto y octubre, la novela comienza con una idea: la idea de relacionar la vida de una persona cuyo carácter estuvo determinado por el mero hecho de que otra persona lo perdonara. Lo perdonaron por algo que hizo en un momento crucial de su adolescencia. El libro entero nació entonces de esa idea.

 ¿Quiénes son sus protagonistas?

Mis protagonistas generalmente están fuera de mí y no tienen nada que ver conmigo. Siempre he enfocado mis historias como cosas completamente inventadas. Son temas que me interesan y tienen algo que ver conmigo, por supuesto, pero solo de forma tangencial. Por lo tanto, no se relacionan tanto con mi experiencia directa como, por ejemplo, con mis miedos.
…. A mi modo de ver, la literatura va más allá de oraciones agradables y tiene más que ver con la verdad, con la posibilidad de decir algo sincero sobre la vida. Es una experiencia que siempre sucede de la misma manera cada vez en mi vida. Cada vez que experimentaba un intenso sentimiento de placer al leer un libro, estaba relacionado de alguna manera con la idea de que lo que estaba leyendo allí era profundamente sincero.

Escribes extensamente sobre sexo, y estoy interesado en qué aspectos del sexo te interesaron particularmente en explorar en esta novela… «¿Su interés por el sexo en el escritor se reduce a un interés en el apetito animal de las personas, y en lo que podrían tratar de poner sobre ellos?

No, no me interesa el sexo desde una perspectiva animal, eso no es cierto… Me parece que todas las manifestaciones del sexo son humanas y que, al ser humanos, son comprensibles. Nos pertenecen y tienen mucho que decirnos sobre quiénes somos realmente, incluso las manifestaciones que nos parecen más brutales. En el contexto del sexo, como en muchos otros contextos, no siempre somos las personas que nos gustaría ser, y eso es lo que hace que el sexo sea tan propenso a convertirse en el contexto de importantes «revelaciones». No me interesa el sexo en sí mismo, odio a los escritores que usan el sexo por su valor de choque, tanto como yo en lo que sucede alrededor del sexo. Las personas en las que nos convertimos, la brecha que se abre entre lo que sentimos y lo que deseamos sentir. La literatura ha empleado muy a menudo el sexo como un elemento exótico, como un «beneficio», pero para mí el sexo es un marco, una atmósfera.

(Traducción libre de) All Writers Have a Corpse in Their Closet: An Interview with Andrés Barba / Jonathan Lee. EN: The Paris Review:  https://www.theparisreview.org/blog/2015/11/03/all-writers-have-a-corpse-in-their-closet-an-interview-with-andres-barba/ (consultado 23/11/208)

Vídeo de Andrés Barba hablando de su propia obra: https://www.conoceralautor.es/libros/ver/agosto-octubre-de-andres-barba (consultado 23/11/208)

Andrés Barba leyendo el inicio de su obra Agosto, octubre: https://www.conoceralautor.es/libros/lectura/agosto-octubre-de-andres-barba; (consultado 23/11/208)

Gracias a todos por vuestro interés.

Octubre

Buenos días todos. Esta semana comenzamos la recta final del libro.

Nos centramos en la segunda parte, Recuerdo de octubre, tan claramente diferenciada de la primera y, como ya dijimos, de mucha menor extensión. Casi podría parecer un epílogo que cuenta un desenlace.

Es la vuelta de las vacaciones a la monotonía de Madrid. Pasan las cuatro primeras semanas y esta aparente normalidad de Tomás se va quebrando progresivamente “es el miedo y la culpa, dura y fría, vivida al límite de las fuerzas de un adolescente…”(U-topia). El autor lo describe así “Era un tipo de miedo que no había sentido jamás, un miedo descabalado y esquemático, sin forma, como si quisiera saltar del banco en el que estaba sentado y arrojarse al primer coche que pasara” (p. 111).

Tomás se culpa de cobarde y esta cobardía, que estalla de noche y de día, se vuelva más y más dolorosa: “la cólera y la vergüenza a veces se convertían en un rotundo estado de desdicha. En el interior de su cuerpo sentía el dolor de cosas desconocidas hasta entonces… Y también el asco del dolor” (p. 115).

Como única salida a todos estos sentimientos de miedo y culpa, la escapada y el retorno al pueblo del veraneo para encontrarse en el escenario real de su comportamiento ignominioso, enfrentarse a Marita y conseguir su perdón.

Superando su miedo y vergüenza, mirando y descubriendo en parte a la persona que vive en Marita, es como Tomás encuentra la manera de “salvarse”. La inocencia de Marita vence su miedo, aunque este “adolescente pánfilo” no ha aprendido aún la manera de agradecerle en todo lo que se merece la limpia y cálida acogida de Marita.

Por esto el recuerdo de octubre queda en el adulto…”Eso y el terrible deseo, cada vez que el recuerdo aparece, de dar marcha atrás en el tiempo” (p. 146).

¿Te gustaría saber qué opina Andrés Barba de su obra? ¿Qué destaca el autor de su propio estilo? ¿Qué opinan algunos críticos de su obra? Y… ¿qué opinas tú como su lector?

Respuestas en el próximo post.

Agosto

¡Buen lunes!

El post de esta semana lo vamos a dedicar a una de las dos partes en las que la obra está claramente dividida.

Es una división bastante desigual en cuanto a la extensión del texto dedicada a cada una de las partes, que viene dada tanto por los temas tratados en ellas como a una puramente cronológica en la vida del protagonista: agosto y octubre.

Agosto. La primera parte es «Recuerdo de agosto» y, como hemos mencionado, la más extensa de la obra.

En ella se presenta al protagonista Tomás, su proceso de introspección frente a su realidad cambiante de adolescente, a su entorno familiar y las nuevas amistades del verano. Las diversas vicisitudes, experiencias y reflexiones que harán únicas estas vacaciones, este agosto en particular.

Los personajes que conocemos en esta primera parte, además de a Tomás, protagonista, son:

La familia. El tiempo de ocio y vacación que «aburre» a Tomás y a la vez lo acerca a su padre y a su madre. Acentúa los temas de separación y de incomprensión e incomunicación familiar.

Anita, hermana pequeña de Tomás. Con Anita, Tomás ejerce de hermano mayor, y su actitud oscila entre la protección de su hermana y la adquisición del papel de ser su introductor al mundo de los adultos.

Tía Eli. La decrepitud de su tía, a la que quiere pero no quiere reconocer este cariño, será un elemento distorsionante más en el replanteamiento que el adolecente tiene en los valores de amor–odio.

Entorno del verano

Por un lado tenemos el ambiente en el Club Náutico: «Casi todos eran guapos, rubios o casi rubios, y hacían sentir su belleza y opulencia de forma ininterrumpida y particularmente desagradable, como si […] tuvieran que girar a su alrededor como satélites con la esperanza de gustar en algún momento» (pág. 29-30).

Este ambiente, por ser sugerido por sus padres le provoca rechazo y rebeldía, lo que le lleva a explorar el ambiente marginal más allá de la ría, las casas bajas, el descampado, la violencia y droga.

La pandilla «de los muelles»: Marcos, Pablo, Tejas y Rivero. Primer contacto con la delincuencia y el sexo, la relaciones violencia entre ellos.

La pandilla de las chicas de este entorno marginal, destacándose el personaje de Marita, chica «subnormal».

Algunos temas centrales

La muerte como detonante. Enfrentamiento de Tomás y Anita con la muerta a través de la agonía y el posterior fallecimiento de su tía Eli. Exploración de cada miembro de la familia ante la agonía, la pérdida y la realidad cotidiana de lo que supone el fallecimiento de un ser cercano.

La muerte en la pandilla. «La muerte era pura negación sin privilegios. Se podía rodear la muerte, describir sus formas, sopesarla en la mano, desearla o temerla, pero no se podía encontrar en ella un sentido. Igual que no poseían ninguna noción de futuro Pablo, Marcos, Tejas y Rivero, no poseían ninguna noción de lo remoto». (p. 81-82)

El sexo. La iniciación al sexo de Tomás dentro del entorno de marginalidad y violencia. Culminará con el terrible abuso, que tiene como víctima a Marita de todo tipo de violencia posible, con el que finaliza el veraneo de Tomas.

¿Qué os parece? ¿Estáis de acuerdo con los que hemos comentado? ¿Queréis sugerir y comentar más temas que aparezcan el libro?

Estaremos encantadas de recibir todas vuestras participaciones.

Agosto, octubre. Andrés Barba

Noviembre. Ha llegado el otoño, con sus lluvias, colores y evocaciones. En este mes os traemos para leer y comentar una novela con un título que nos remite a otras estaciones del año y que estamos convencidas de que os va a interesar. Seguro que no os deja indiferentes.

El autor

Andrés Barba Muñiz nació en Madrid en 1975. Su padre, profesor de literatura, le inculcó el amor por los libros. Se licenció en Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid. Ha ejercido actividad docente en el Bowdoin College (USA) y en la Universidad Complutense de Madrid.

En 2001 se dio a conocer con la novela La hermana de Katia (finalista del Premio Herralde de Novela), que fue muy bien acogida por crítica y público. Durante los cursos 2003-2004 vivió en la Residencia de Estudiantes, gracias a una beca de creación otorgada por el Ayuntamiento de Madrid, y durante el curso 2004-2005 en la Academia de España en Roma, con una beca otorgada por el Ministerio de Asuntos Exteriores español. En octubre del 2010 fue seleccionado como uno de “los 22 mejores jóvenes narradores en español” por la revista británica Granta.

El último premio que ha recibido ha sido el Premio Herralde de Novela (2017) por República luminosa.

En la actualidad simultanea su trabajo de escritor con la docencia en distintos talleres literarios y la colaboración en diferentes medios de comunicación (colabora con El País desde 2004).

Ha recibido numerosos galardones y su obra ha sido traducida al inglés, francés, alemán, rumano, serbio, neerlandés, búlgaro, italiano, griego y árabe. Es autor de novela, poesía, ensayo y literatura infantil.

Premios y reconocimientos:

  • Premio Torrente Ballester de Narrativa (1997), por El hueso que más duele.
  • Premio Torrente Ballester de Narrativa (2006) por Versiones de Teresa.
  • Premio Anagrama de Ensayo (2007) por La ceremonia del porno, coescrito con Javier Montes.
  • Premio Juan March de Narrativa (2011) por Muerte de un caballo​.
  • Premio Herralde de Novela (2017) por República luminosa; había sido finalista (2001) por La hermana de Katia.

La obra

Agosto, octubre es una novela breve que tiene a la adolescencia en el punto de mira. Es un relato de maduración que arranca con Tomás, de catorce años,  en  el pueblo en dónde veranea cada año. En un agosto en concreto, y a través de un grupo de amigos que conoce,  se inicia de una manera violenta al mundo de la sexualidad  y a la muerte.

La obra se articula en dos partes, la primera que recoge las duras experiencias de ese  verano en “Recuerdo de agosto”, y la segunda “Recuerdo de octubre”, en la que vuelve de nuevo al pueblo por un sentimiento de culpa causado por un episodio ocurrido en las vacaciones de agosto.

El estilo de Andrés Barba en esta obra, de aparente simplicidad podemos resumirlo en el siguiente párrafo, de cómo el autor describe la adolescencia y los conflictos del protagonista en estos días estivales: “Tampoco hace falta mucha retórica para expresarlo con efectividad. Sirven para ello la frase corta, el léxico sencillo y el diálogo entrecortado. No es que Barba no sepa escribir con mayor énfasis (obsérvese, si no, “la áspera ternura de los sonidos de las dunas” o “un luto blanco, lóbrego de pura luz”), es que su meta está en comunicar de manera directa la experiencia decisiva de Tomás. En su aparente simplicidad se halla el acierto de esta novela en la que debe subrayarse el mérito de su originalidad: un sorprendente desarrollo anecdótico consigue reinventar un lugar común” […] (El Cultural)

 

Y hasta aquí podemos contar… Os invitamos a participar de las experiencias y el despertar a la madurez del protagonista y que os animéis a compartir con todos vuestras opiniones y sensaciones.

¡Empezamos!