Tercera parte de «Herejes» y Padura en boca de todos…

Antes de continuar analizando la obra de este mes de octubre, seguro que durante estos días habéis tenido la oportunidad de ver, leer y escuchar en infinidad de ocasiones a Leonardo Padura en los medios de comunicación españoles. El motivo, la concesión y entrega el pasado viernes, en Oviedo, del Premio Princesa de Asturias de las Letras 2015 al escritor cubano. Dentro de los muchos actos que el escritor ha llevado a cabo estos días destacan, por supuesto, el propio acto de entrega del galardón, pero nosotros queremos remarcar el encuentro que mantuvo el martes 20 de octubre con más de 1500 lectores y lectoras, pertenecientes a 110 clubes de lectura de diferentes partes del país (entre ellos varios de Castilla y León). En dicho encuentro el autor se «desnudó» ante las preguntas realizadas por los diferentes clubes y que fueron trasladadas al Padura a través de la voz del guionista Felipe Hernández Cava.

Por supuesto, se habló de «Herejes», nuestra novela, y del importante papel de la documentación previa para realizar una novela de esta envergadura, de la herejía como búsqueda de la libertad y de otros muchos temas que ya hemos ido viendo estas semanas previas.

Entre las diversas entrevistas ofrecidas a los medios, os recomendamos que visionéis la que le realizó Fernando Sáchez Dragó dentro de su espacio de difusión lectora «Libros con Uasabi» de La2 de RTVE.

Dragó entrevista a Leonardo Padura (ver vídeo)

y también, podemos ver y escuchar el discurso de Leonardo Padura al recoger el Premio Princesa de Asturias en el que el escritor y periodista reivindicó la importancia de Cuba en su vida como origen de su escritura, de su profesión y como razón de ser de su vida, además ponderó como los pilares de su vida, la gratitud, el amor y la amistad:

El libro de Judith, tercera parte de Herejes.

En esta tercera parte de la novela, como ya os comentábamos en anteriores entradas del blog, recuperamos al Padura más clásico pues vuelve a cobrar especial importancia la figura de el investigador Mario Conde, en esta ocasión para continuar desenmarañar ando la historia y destino final del cuadro de Rembrandt, pero añadiendo la característica de casi todos los casos de este personaje; descubrir las causas de un asesinato. En concreto, Padura  nos vuelve a trasladar a La Habana más actual para que podamos seguir las investigaciones de Mario Conde, que mientras sigue envuelto en sus, digamos, problemas existenciales, relaciones con su pareja y amigos, intenta descubrir que ha sido de la joven Judith, otra rebelde, otra «hereje» que en busca de su «libertad» encontró la muerte.

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Judith es una joven «EMO» que busca su sitio en el mundo y fruto de esa búsqueda se enfrentará a riesgos que la costarán caro. Padura nos descubre aspectos de la sociedad cubana bastante alejados de los estereotipos que podamos tener creados sobre la isla, utilizando como hemos comentado antes la figura de Mario Conde para desvelarnos todas esas realidades.

Os emplazamos a nuestra última entrega sobre esta novela para analizar y sacar conclusiones sobre esta estupenda aventura.

Definición de «Emo» según wikipedia;

Emo es una subcultura o tribu urbana que tuvo sus orígenes a mediados de la década de 1980 en Estados Unidos, más precisamente en Washington D. C., como una cultura creada en torno al género musical emo, subgénero del estilo hardcore punk y una estética particular.
Los orígenes se remontan al escenario de los años 1990 en los EE. UU., sin embargo, las características exteriores actuales se desarrollaron hasta la década de 2000. Los primeros emos visten con una estética hardcore punk en los conciertos. Más tarde, el «Spock Rock», creado a partir de los Swing Kids, fue acuñado por el cantante Justin Pearson. A partir del Spock Rock se establecieron las pautas para el estilo de moda de hoy en día. Actualmente el escenario emo contiene elementos mixtos de otras culturas, como el punk, el gótico, el grunge, el skateboard y el rockabilly.
Por lo general, entre los adolescentes, el término «emo» está vinculado a una estética de vestimenta y peinado que puede estar compuesta por el uso de pantalones entubados, camisetas de manga corta que a menudo llevan los nombres de bandas de rock y pelo liso con largos flequillos hacia un lado, a veces cubriendo uno o ambos ojos en algunos casos utilizan un maquillaje oscuro alrededor de los ojos.
Está también asociado a un carácter especialmente emotivo/emocional, sensible, tímido, introvertido, etc. Sin embargo, cabe destacar que el movimiento se ha ido transformando a lo largo de los años y que no necesariamente corresponden a un estereotipo específico.
También suelen estar identificados con diversos y variados subgéneros musicales del rock, punk y hardcore punk del cual se derivan el emo, el screamo/skramz, el post-hardcore, el metalcore y deathcore; aunque también suelen escuchar pop rock, pop punk, indie rock, rock gótico y rock alternativo entre otros.

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